sábado, 6 de noviembre de 2010

El humo del recuerdo no es como el de un cigarro, que se va con el aire de una ventana abierta. 
El humo del recuerdo sigue ahí, es espeso y  te dificulta respirar.
No es como el humo de un bosque incendiado, porque siempre acaba extinguiéndose, aunque
tienen en común que siempre quedan cenizas que lo avivan. 
El humo del recuerdo está ahí, y cada vez hay más, hasta que ya, se forma una espesa niebla que
 no te deja ver.
Es cuando has perdido tu cordura, y sólo te alimentas del pasado. 

1 comentario:

  1. También puede ser una garrapata en la espalda, algo que nunca te podrás quitar porque tus brazos son demasiado pequeños. Te chupará tu sangre, tu vida haciéndose más y más grande.
    Hasta provocarte una grave infección.
    Buenísima entrada. Gracias por comentarme =)

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