
Será que se me ha helado el corazón, y los sentimientos no fluyen igual.
Me siento distinta, incapaz de sentir nada, - a parte de asco y rabia- aunque esos sentimientos no creo que me sirva de mucho tenerlos.
Asco. Asco. Me da asco todo, absolutamente todo. Y, ¿sabéis qué me da más asco?
Que se haya olvidado tan rápido de mí. Como si no hubiera existido en su vida, como si pudiera coger una goma de borrar, mover ligeramente la mano, y hacerme desaparecer.
Él no ha desaparecido... ni lo hará por el momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario