lunes, 25 de abril de 2011

Y llegaron a clase. Maldito miércoles, que comenzaba con matemáticas. Lo mejor para echar una cabezada, y soñar con que estás en la cama aún, sobando.


- Bueno chicos, tomad vuestros asientos. La clase ha comenzado ya, ¡silencio!.
Carolyn se limitó a sacar el cuaderno y el libro de matemáticas. Su compañera no le hacía ni caso, era una estupidez intentar entablar una conversación con ella.
Integrales. ¡Wow, planazo!.


- ¡¡Eh chicas!! ¡¡Eeeeh!!- era Justin, el compañero de atrás.
- ¿Qué quieres, pelma?
- El viernes hay una fiesta, corred la voz. En casa de Dana. A las ocho.
- Y, ¿va a haber alcohol? -preguntó Sabbanah, su compañera.
- ¡Pues claro! Qué preguntas...


Y así pasó la mañana, entre integrales, sintáxis y guerras mundiales.
A la hora del almuerzo, como siempre desde hacía unos días, Trevor se sentó al lado de Carolyn.


- ¡Eeeeeeey Carol! ¿Vas a ir a la fiesta de Dana?
- No pensaba hacerlo. ¿Y tú?
- ¡Joder Carolyn! Vente conmigo, lo pasaremos bien -sonrió ampliamente.
- ¿Qué tiene de especial esa fiesta? Todos me marginan, y allí sería igual.
- Tal vez, si les demuestras que te atreves a ir, aún así, piensen de ti de forma diferente.
- ¿Tú crees?- estaba replanteándose la idea, y hacer caso a Trevor. 
- Claro que sí, tonta. -Se echó un trozo de filete empanado a la boca.
- Y, ya sé que no eres una chica, y que hablar de esto molesta, pero ¿qué me pongo?
- ¡jajajajaj! Da igual lo que te pongas, tú eres preciosa.
Carolyn se sonrojó, ese chico ¿la había piropeado, o se lo estaba inventando? Nadie le había dicho eso nunca, y se sentía rara.
- ¿Qué te pasa? - preguntó Trevor, mirándola de lleno, con esos ojos tan azules, esos ojos que le hacían sentir tan bien.
- Nada, nada. - sonrió complaciente.
- Bueno, tú estate lista, que iré a buscarte, ¿vale? 
- Me parece bien. - Trevor se despidió con un beso en la mejilla.

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