-¿Sientes eso?
-¿El qué?
-Es mi corazón, que vuelve a latir.
-Sí, sí, ¡lo oigo! y, ¿a qué se debe?
-Hace tiempo que se quedó congelado, fue una época de fría tristeza, pero ahora, alguien ha averiguado cómo hacerlo funcionar de nuevo.
-¿Y si vuelve a congelarse?
-No, siempre lo tendré a él.
- Ya no siento ese dolor ni ese vacío, ¿sabes? Solo siento fuego. Por cada caricia, una llama. Por cada gesto y palabra, una hoguera. Por cada beso, un incendio que debasta más de mil hectáreas.
Fuego. Fuego. Fuego. Fuego. Fuego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario